Actualmente estamos asistiendo a un boom del patinaje en las ciudades, por cualquier parte que vayamos siempre vemos a alguien patinando por las calles o en los parques. Muchos de los que acudís a nuestra escuela ya habíais patinado en vuestra infancia y recordabais los tradicionales patines de cuatro ruedas en paralelo, por lo que inevitablemente surgen dudas a la hora de cambiar y subirse a unos patines en línea.
Además tenemos siempre en mente el mito o la creencia colectiva de que los patines en paralelo son más estables que los patines en línea. Error que vamos a intentar aclarar.
Observad el siguiente dibujo en el cual tenemos a una persona con patines en línea (dibujo de la izquierda) y a otra con patines en paralelo (dibujo de la derecha). Ambos con la misma separación entre sus patines.
La base estable, coloreada de gris, es mayor en la persona que patina sobre línea y por lo tanto más estable el patín en su conjunto.
El punto negro representa el centro de gravedad en cada caso. Si nos fijamos en la distancia marcada en rojo, comprobamos que en el patín en línea es mayor que en el patín en paralelo y por lo tanto el vuelco hacia delante o hacia atrás es menor en este tipo de patín. Lateralmente es imposible desestabilizarse con cualquiera de ambos patines, pero las caídas hacia delante o hacia atrás son las verdaderamente peligrosas.
A la hora de desplazarnos con los patines en línea, estos nos permiten maniobrar de un modo más sencillo y eficaz, puesto que dos líneas son más fáciles de mover que dos bases. Los patines en paralelo presentan una superficie mayor en contacto con el suelo lo que provoca que el rozamiento sea mayor y como consecuencia se reduce la velocidad y se requiere mayor esfuerzo para conseguir impulso. Si nos encontramos con una grieta en el suelo, el patín en línea con sus cuatro puntos de apoyo longitudinalmente permitirá que no se quede clavada ninguna rueda en el suelo, mientras que el patín tradicional verá sus ruedas delanteras bloqueadas por el obstáculo, hecho que provocará más fácilmente una caída.
¿Y qué hacemos entonces con los tradicionales patines en paralelo? Estos patines están diseñados para la práctica del patinaje artístico, que requiere unas condiciones y un material muy específico. Hasta ahora en el mercado eran los únicos que se encontraban y los que patinan por la calle cambiaban sus ruedas y así se adaptaban mejor a las imperfecciones, grietas, piedras, tierra, etc.
En la actualidad recomendamos a todos los adultos decantarse por los patines en línea y dejar las clases de patinaje artístico para los niños ya que es una disciplina que por sus dificultades requiere iniciarla en la infancia. Nuestra experiencia nos lleva a iniciar a todos nuestros alumnos con patines en línea y una vez alcanzado un nivel que les permita patinar de modo fluido, elegir aquella modalidad que mejor les conviene: Artístico, Slalom Freestyle o simplemente ir perfeccionando su técnica y pasar un rato estupendo en nuestra escuela familiar.
Pues me toca comprarle a la pequeñaja unos patines en línea. Con los paralelos la veo demasiado insegura y no quiero que le coja miedo. Habrá que volver a invertir!!!
José Luis